Acerca de mí

Yo nací en Lansing, MI y crecí principalmente en el condado de Westchester, Nueva York, con padres que trabajaban en organizaciones sin fines de lucro (mi madre en la Cruz Roja, mi padre en la Asociación Americana del Pulmón). De ellos aprendí la importancia de trabajar por el bien común, y también cómo la gente común puede trabajar unida contra los abusos del poder corporativo, como en el caso de la industria tabacalera. Como joven estudiante universitaria en SUNY Albany, participé activamente en el movimiento estudiantil contra los talleres de explotación/justicia global. También pasé varios años viviendo y trabajando en Centroamérica, en Guatemala con una organización de educación popular que trabajaba en comunidades campesinas e indígenas; y en El Salvador con una organización de solidaridad.

Durante los últimos 14 años, he trabajado con el Sindicato Internacional de Empleados de Servicio (SEIU), organizando asistentes de cuidado personal en Holyoke y las áreas circundantes en el oeste de Massachusetts durante los primeros 10 años y trabajando como Coordinador de Aprendizaje de forma remota con nuestro sindicato internacional desde 2019. Todo mi trabajo ha consistido en trabajar con trabajadores de bajos ingresos que a menudo también enfrentan marginación por motivos de raza, género, idioma, orientación sexual, estado de discapacidad u otras identidades. He visto de primera mano el poder de los trabajadores organizados, creyendo y construyendo su propio liderazgo y conocimiento, y exigiendo cambios. Mi creencia y esperanza de que podemos crear un mundo con justicia social, racial y económica mediante la construcción de movimientos democráticos desde cero es el principio que guía mi vida y trabajo.

Me identifico como blanca, mujer cisgénero y LGBT, y entiendo que desempacar y ser consciente del privilegio blanco no ganado con el que nací es a) fundamental para todo el trabajo de justicia social en el que participo, b) un proceso de por vida que nunca 'termina', y c) muy personal. Trabajo continuamente para educarme y desafiar mis propias creencias y suposiciones, a través de lecturas, talleres, interacciones con colegas y amigos de color. Cuando actúo por la justicia racial, procuro escuchar el liderazgo de los líderes y organizaciones de personas de color sobre cómo los blancos pueden participar tanto como sea posible. Espero participar mejor cada día y estar abierto a recibir comentarios sobre los errores que pueda cometer para poder hacerlo mejor en el futuro. Como madre de dos niños birraciales y bilingües, me esfuerzo por ser consciente de cómo mi privilegio blanco puede afectar su educación, relaciones, desarrollo de identidad y seguridad – y cómo al defender constantemente la justicia racial, también estoy defendiendo a ellos.

En un momento en que muchos de nosotros estamos preocupados por nuestro acercamiento al fascismo y autoritarismo al nivel nacional, creo que es más importante que nunca de tomar acción al nivel local tanto para proteger a nuestros vecinos que están siendo atacados por la administración de Trump (inmigrantes, personas de color, personas de la comunidad LGBTQ+, trabajadores, etc.) como para construir alternativas políticas, estrategias, y políticas que tienen su raices en los valores de solidaridad y el bien común.

A pesar del potencial del gobierno local como sitio de resistencia y alternativas, Amherst enfrenta problemas arraigados en un concejo municipal que se ha mantenido mayormente estancado desde el nuevo capítulo del pueblo que lo creó. El concejo prioriza proyectos de construcción y desarrollo de gran tamaño que se priorizan continuamente en los presupuestos y políticas de nuestra ciudad, a expensas de los salarios dignos para nuestros empleados públicos y educadores y los servicios básicos y la infraestructura de la que dependemos los residentes durante todo el año como yo y mi familia.

El concejo municipal no ha estado dispuesto a escuchar y tomar en serio las recomendaciones del CSWG (Grupo de Trabajo Comunitario de Seguridad) -- hasta al punto que han congelado dos puestos de CRESS este año.

Muchos residentes de Amherst que están profundamente preocupados por la crisis climática, pero un Concejo Municipal avanza con demasiada lentitud incluso en las medidas más simples y de sentido común que podemos tomar y que se ve obstaculizado por la falta de recursos presupuestarios.

El pueblo no está manteniendo su infraestructura vital (como las carreteras y su edificio DPW y estaciones de bomberos), pero está pidiendo prestados millones de dólares para construir una biblioteca más grande cuyo tamaño y costo no se justifica por las necesidades de la población del pueblo.

En nuestras escuelas, los asistentes de educadores no se les paga un salario digno, los aumentos salariales de los maestros no compensan la inflación y los educadores que desempeñan un papel vital en nuestro sistema escolar están siendo despedidos, todo mientras instituciones como UMass y Amherst College contribuyen poco o nada para ayudar a financiar los servicios y la infraestructura que utilizan en nuestra comunidad. Han habido recortes presupuestarios significantes y dañinos a nuestras escuelas públicas por dos años seguidos.

Tenemos una ciudad que tiene un montón de nuevas y costosas viviendas para estudiantes, pero no hay viviendas asequibles para las familias.

Llevo más de 10 años trabajando en campañas de candidatos y temas progresistas en Amherst, sirviendo brevemente en Town Meeting antes fue eliminado y sirviendo en el Grupo de Trabajo de Inscripción del Comité Escolar de Amherst. Esta es mi segunda vez corriendo para el Concejo Municipal, porque sigue siendo mi creencia que Amherst merece un Concejo Municipal que refleje la diversidad y prioridades de sus residentes.

La mayoría de nosotros participamos menos de lo que nos gustaría debido a nuestras vidas ocupadas y la competitiva demanda de trabajo, cuidado de niños, y la familia ; y por el alto nivel para entrar a participar en el gobierno del pueblo impuesto por la nueva capítulo del pueblo que eliminó la Junta del Pueblo y posteriormente estableció procedimientos y prácticas antidemocráticas del Concejo Municipal. El resultado ha sido que unos cuantos corren nuestro gobierno municipal con prioridades que no reflejan las de muchos de los residentes -- pero esto no tiene que seguir así.

La participación en la democracia local no debe ser un privilegio reservado para los jubilados o acomodados. En mi campaña y mi servicio, me comprometo a llegar a todos los residentes de mi distrito para tener conversaciones sobre los problemas que les importan y lo que podemos hacer juntos al respecto. Como organizadora, esto es lo que mejor hago: conocer a las personas donde están, encontrar formas en que puedan involucrarse y demostrar el poder de un grupo de personas unidas para lograr el cambio. Y si soy electa, haré todo lo posible para que nuestro gobierno local sea más accesible y para eliminar las barreras a la participación de TODOS los residentes de Amherst.